lunes, 11 de mayo de 2015

FILOSOFÍA BUDISTA

                            FILOSOFÍA DE UNA VIDA
 El objetivo del budismo es que cada persona desarrolle su ilimitado potencial, valorando al máximo su propia vida y la de los demás.
La práctica de la filosofía budista permite al individuo una transformación positiva desde lo más profundo de su ser, hasta cambiar el temor en coraje, las dudas en sabiduría y el egoísmo en misericordia
El budismo comenzó con la búsqueda que emprendió una persona por resolver el sufrimiento humano. Shakyamuni (Sidarta Gautama), conocido como el Buda o "el que ha despertado", vivió hace alrededor de 2.500 años en la India.

Shakyamuni era un príncipe y creció entre lujos, pero a temprana edad quedó desconcertado por los inevitables sufrimientos que la vida trae consigo, sufrimientos que él resumió como nacer en este mundo atribulado, enfermar, envejecer y morir.      https://www.youtube.com/watch?v=2YK099tgJvo

Shakyamuni pasó el resto de su vida viajando por toda la India para compartir con la gente la comprensión que él había logrado. Su vida fue de compasión y de dinamismo, algo que difiere enormemente de la imagen que se tiene de él en nuestros días, es decir, la de un Buda sobrenatural; una figura separada, que se encuentra ajena en un aislado ámbito iluminado.

 Las enseñanzas de Shakyamuni fueron posteriormente recolectadas en escritos denominados sutras. Su principal mensaje, contenido en el Sutra del Loto, es que la budeidad, una condición de absoluta felicidad, libre de temor y de toda ilusión, es inherente a toda vida
El desarrollo de este estado interior de vida capacita a todas las personas para quesobrepasen sus problemas y vivan una vida plena y dinámica, comprometidos de lleno con los demás y con la sociedad. Casi dos mil años después de la muerte de Shakyamuni, el monje japonés del siglo XIII, Nichiren, reencontró la profunda teoría del Sutra del Loto en una práctica que posibilita a cualquiera, dentro del lapso de duración de su propia vida, a revelar su budeidad, o el más alto estado de vida, en medio de la realidad cotidiana.
              EL AMOR COMO FILOSOFÍA


¿Existe acaso alguna experiencia más intensa que el amor?
¿En qué otro campo se abre uno tanto, por una parte resulta tan herido y por otra puede experimentar sentimientos de gozo tan profundos?
En el Budismo, el amor y la relación de pareja son vistos como base para el  crecimiento personal y para una vida satisfactoria. El Lama Ole Nydahl describe en forma impactante lo que recomienda el Buda para vivir una relación de pareja, de modo que tanto la pareja misma como su entorno entren en una atmosfera de gozo.
La sabiduría del Budismo sobre el amor y la relación de pareja nos enseña, entre otras cosas:
A reconocer la diferencia entre el hombre y la mujer como una cualidad, donde la mujer, como portadora de la sabiduría, incorpora distintas formas de actividad masculina, y el hombre se abre cada vez más a la sabiduría femenina.
Que somos responsables de todo lo que hacemos, que nosotros mismos creamos nuestras situaciones en la vida y preparamos sin cesar las posibilidades de cambio y estructuración de nuestro futuro.
A aumentar el amor por nuestra pareja, de tal manera que podamos extenderlo a todos los seres humanos.
A entender el amor y la relación de pareja como una base para el desarrollo y, al mismo tiempo, como posibilidad para superar las limitaciones personales y disolverlas finalmente
https://www.youtube.com/watch?v=hMYEYbe5tu4





EL BUDISMO


Creencias Fundamentales del Budismo



 En el Budismo existen, además de las principales corrientes—Theravada y Mahayana— innumerables sectas. Pero he aquí donde surge la verdadera dimensión delDhammacakka Ppavattana Sutta, el «Sermón de Benarés», porque no sólo es el primer discurso del flamante Buda, sino el fundamento ideológico de absolutamente todas las vertientes de la Doctrina: más allá de sus respectivas diferencias metodológicas, si hay un centro en el cual convergen, es en este sutra. No obstante, el hecho de diferir en otras cuestiones jamás ha dado lugar, entre los distintos grupos existentes, a las «guerras santas»; todo lo contrario, la tolerancia mutua ha sido una de las más destacadas características d& Budismo, la única creencia histórica que, en ninguna parte, ha derramado una sola gota de sangre para difundir sus principios: ellos se impusieron solos, por la fuerza de su estructura racional y por la convicción de sus devotos.
Para ratificar los puntos de intersección donde se encuentran las variadas corrientes, se celebró en enero de 1891 un encuentro de representantes de países budistas —India, Japón, Ceylán, Birmania, etc.— para testimoniar sus coincidencias. El documento allí elaborado —Creencias fundamentales del Budismo, también conocido como Los catorce puntos del Budismo— fue luego, en mayo de 1950, apoyado por otro —nacido en el seno de la «Sociedad Budista de Londres», la principal institución occidental dedicada al tema— titulado Los doce principios del Budismo, cuyos lineamientos básicos repiten el de la India, algo más resumidos. En virtud de la prioridad cronológica y de su mayor amplitud, se reproduce el primero, el que, con ligeras variantes, aparece en la obra The Buddhist Catechism, de Henry 5. Olcott, editado por The Theosophical Publishing House, Adyar, 1947









CRENCIAS FUNDAMENTALES DEL BUDISMO



1
Debe practicarse la misma tolerancia, la misma indulgencia, el mismo amor fraternal hacia todos los hombres indistintamente, y una bondad inalterable hacia los seres del reino animal.
2
El Universo ha sido desarrollado y no creado; funciona conforme a la Ley, y no por capricho de Dios alguno.
3
Las verdades en que se funda el Budismo son naturales. Han sido enseñadas, según creemos, durante eones o períodos sucesivos del mundo, por ciertos seres inspirados, llamados Budas; la palabra Buda significa «Iluminado».
4
El cuarto Maestro del período actual fue Sakyamuni o Gautama Buda, de regia estirpe, que nació hace uno 2 500 años. Es un personaje histórico, y su nombre era Siddharta Gautama.
5
Sakyamuni enseñó que la Ignorancia produce el Deseo, que el Deseo no satisfecho es causa de la Reencarnación, y la Reencarnación causa de Sufrimiento. Para evitar el Sufrimiento, es necesario, pues, librarse de la Reencarnación; para librarse de la Reencarnación, es necesario extinguir el Deseo, y para extinguir el Deseo, es preciso destruir la Ignorancia.
6
La Ignorancia fomenta la creencia de que la Reencarnación es una cosa necesaria. Destruida la Ignorancia, se percibe la carencia de valor de cada una de las Reencarnaciones consideradas como fin en sí mismas, así como la necesidad imperiosa de adoptar un género de vida que anule la razón de ser de las Reencarnaciones repetidas.
La Ignorancia engendra también la idea ilusoria e ilógica de que no hay más que una existencia para el hombre, y la otra ilusión de que a esa única vida suceden estado inmutables de goces o tormentos.
7
La desaparición de esta Ignorancia puede lograrse con la práctica perseverante de un altruismo que comprenda la conducta, el desarrollo de la inteligencia, la elevación del pensamiento y la destrucción del Deseo de los placeres inferiores.
8
Siendo el Deseo de vivir la causa de las Reencarnaciones, cesarán éstas cuando se haya extinguido aquel Deseo, y el individuo perfeccionado alcanzará por la meditación el supremo estado de paz llamado Nirvana.
9
Enseñó Sakyamuni que puede disiparse la Ignorancia y suprimirse el Sufrimiento por medio del conocimiento de las «Cuatro Nobles Verdades», que son:
1.Las miserias de la existencia.
2.La causa productora de la miseria, que es el Deseo de satisfacciones, incesantemente
renovado, sin que se logre jamás colmarlo.
3.La destrucción de ese Deseo, o el hecho de librarse del mismo.
4.El medio de obtener aquella destrucción del Deseo. A los medios que indica, se les
llama el «Noble Octuple Sendero», que consta de:
1. Rectos puntos de vista.
2. Rectos pensamientos.
3. Rectas palabras.
4. Recta conducta.
5. Rectos medios de vida.
6. Recto esfuerzo.
7. Recta atención.
8. Recta concentración.
10
La recta concentración (o meditación) conduce al desarrollo de la facultad de Buda, que está latente en todo hombre.
11
La esencia del Budismo, tal como la resumió su fundador, es:
«Cesar todo pecado.
Adquirir la Virtud.
Purificar el corazón. »

12
El Universo está sometido a una causalidad natural, conocida bajo el nombre de Karma. Los méritos y deméritos de un ser, en sus pasadas existencias, determinan su condición en la existencia presente; cada hombre, pues, ha preparado las causas de los efectos que actualmente experimenta.
13
Los obstáculos para obtener un buen Karma pueden evitarse por la observancia de los preceptos siguientes, preconizados por el Código moral del Budismo:
1. No destruir ningún ser viviente.
2. No apropiarse de nada que no haya sido dado.
3. No abusar de los placeres sensuales.
4. No mentir.
5. Abstenerse de toda bebida embriagante o droga soporífica.
15. El Budismo desaprueba la credulidad supersticiosa. El Buda enseñó que nadie debe creer lo dicho por cualquier sabio, ni lo escrito en ningún libro, ni lo afirmado por la tradición, a no ser que esté de acuerdo con su propia razón


La Ética del Budismo

El Budismo es un completo sistema de vida, por lo que no es posible limitarse a hacer alguna de sus prácticas y pretender así progresar por el camino espiritual. Las enseñanzas del Buda deben integrarse en la vida con el propósito de alcanzar la liberación. De aquí que la ética deba ocupar un lugar importante en las preocupaciones del practicante.
En la visión budista del mundo todos los seres participan de la naturaleza de la mente iluminada y, dado que el universo no tiene ni principio ni fin, son también eternos y se mueven en una continua transmigración en el samsara mientras no se iluminan.
El Karma, o ley de causa y efecto, sujeta a los seres a las consecuencias de sus actos, sin necesidad de que ningún ente superior premie o castigue: es una fuerza impersonal y mecánica, por lo que son los mismos seres quienes deciden continuamente su futuro con los actos presentes y quienes sufren los resultados de sus actos pasados. Uno de los propósitos de la meditación es el de ser consciente en todo momento